23/3/09

"Tratando de adaptarme...pero se hace difícil"


24 de marzo del 2009.

Este mes ha sido un caos. Tenía miedo de entrar al colegio pero finalmente haberlo sentido era lo más lógico. Algo me decía que no sería nada fácil.

Lamento no haber escrito en tanto tiempo, me ha costado mucho poder ordenar mis ideas y sobretodo tener la fuerza para poder escribirlas, ya que tener que rememorar lo difícil que ha sido esta nueva vida me causa tristeza y ya no quiero seguir preocupando a mi mamá. Quiero pensar en este nuevo escrito como una forma de desahogo.

Vivir en Santiago ha resultado extremadamente difícil. Ya era triste el hecho de tener que mudarnos aquí y dejar atrás a mi querido papá, ya que mis padres están separados y ahora no puedo verlo tan seguido como antes, cuando vivíamos en la misma ciudad.

En estos momentos, mi mamá se encuentra contenta por su nuevo trabajo, pero su tiempo es totalmente absorbido y la vemos solamente en la noche. Aquí las distancias son enormes y el trabajo de mi mamá queda algo lejos, pierde mucho tiempo en el transporte público.

Paso casi todo el día sola con mi hermano, bueno, ahora tenemos una nana que nos cuida, pero por supuesto que quisiera tener a mi mamá tan presente como antes, que almorzaba junto a nosotros y tenía mucho más tiempo. Sin embargo, la veo contenta como hace mucho no la veía, por eso no quiero quejarme tanto ni ser egoísta.

Con respecto al colegio, como antes dije, ha sido bastante difícil.

La timidez es la peor enemiga cuando tienes que integrarte a un nuevo curso y lamentablemente yo la padezco.

A veces me pregunto si seré una chica rara o si mi apariencia no es muy agradable, porque desde que entré al colegio prácticamente nadie me toma en cuenta para nada.

Pero peor que pasar desapercibida, es que alguien crea que eres lo suficientemente ridícula como para hacer que seas el blanco de todas sus bromas pesadas. Si, así ha sido con mi nueva compañera, Paula, la chica más popular del colegio, a la que todos siguen y hacen lo que ella dictamine.

Realmente pensaba que esas cosas pasaban solamente en las películas, mi antiguo colegio era muy tranquilo y a pesar de mi timidez mis compañeros siempre fueron amables y me integraron. Nunca me sentí apartada como ahora.

Paula simplemente cree que soy lo más ridículo que hay. Se burla de mis zapatos (dice que están pasados de moda), de mis calcetas (ya que no son las que se usan), y mi peinado le parece sumamente chistoso. Y lo que es peor, todos ríen con ella. No, lo que es peor es que yo me quedo absolutamente callada y no me atrevo a decir nada por miedo a que me sigan molestando. A veces quisiera gritarle a mi mamá que me cambie de colegio, pero realmente me pregunto si no será igual la situación en todos los colegios de Santiago.

Paula de verdad se ha convertido en una piedra en el zapato, ya no sé cuanto pueda soportarla.

Lo peor que Paula me ha hecho sucedió la semana pasada. Estaba sentada sola en el recreo (como siempre) cuando de repente se acercó alguien a mi.

-¿Me podrías dar un pedacito de pan?- Se agacho y buscó mi mirada. Aunque me avergüence decirlo, creo que era el chico más lindo que he visto en mucho tiempo y no pude evitar sonrojarme. Siempre me sucede y me da mucha lata.

-Ssi claro (dije hiperventilando y con la voz más aguda y tiritona que lo usual)- Le di la mitad de mi sándwich.

-¡Te pasaste, muchas gracias! Justo hoy no traje plata así que me salvaste el día, amiga.

Siempre te veo sola sentada aquí. Yo me llamo Benjamín ¿y tú?

-Aaangélica (tonta, debería haber controlado mi voz)

-Oye Angélica eres de tercero medio no? Yo soy de cuarto, pero de todas formas de repente si me convidas un poquito de tu colación yo vengo a conversar contigo en los recreos.

De repente se nos unió una tercera voz a la conversación. Era Paula que obviamente, venía a molestarme.

-¡Oye Angélica, estás colorada! ¡¿No me digas que te gustó Benjamín?! Oye Benja, no puedes ser tan malo y andar enamorando a esta tonta para quitarle la colación. Como es de tonta capaz que se haya empezado a pasar rollos contigo y después no te la vas a poder sacar de encima. – Dijo con su voz burlesca…

No pude evitar salir corriendo. Ahora en los recreos, trato de esconderme donde puedo. Ya no quiero ver a Benjamin…bueno, si quiero, de hecho a veces lo miro a lo lejos. Pero me da mucha vergüenza después de lo que sucedió. Supongo que será difícil tener aunque sea un amigo en este colegio, Paula se encargará de ahuyentarlos a todos, me imagino.

No pierdo la esperanza, a pesar de todo. Hay dos compañeros de clases que aún no han llegado al curso, siempre los nombran en la lista. Uno se llama Eduardo y la otra chica se llama Fernanda. Creo que Fernanda es nueva así que aun tengo fe en que tendré una amiga. Quién mejor que yo sabrá entenderla ¿no? Llegando recién al colegio sin conocer a nadie...sólo yo en estos momentos puedo entender eso.

Ahora debo despedirme, ya conté mi vergonzosa historia y creo que me siento mejor. Sirvió de desahogo.

Mañana será un nuevo día y lo que no te mata te hace más fuerte, así que intentaré salir adelante.

Gracias a quién me lea y me deje sus mensajes.